Seguro que has oído hablar del discurso del odio en Internet, de los trolls y el trato vejatorio general o personalizado a través de redes sociales, comentarios o blogs. Y aunque las redes contribuyen a expandir los sentimientos –buenos y malos-, lo cierto es que son personas las que insultan, amenazan o dilapidan a través de la web.
Habrás leído también sobre cómo cada vez escribimos peor a través de los dispositivos, sobre cómo el hecho de poder participar en conversaciones online nos hace pensar que podemos decir cualquier cosa, sin consecuencias, amparados en el supuesto anonimato o en la tranquilidad de estar a un lado de la pantalla y no cara a cara.
Y sabes también, seguro, que el anonimato no es real del todo, y que incluso lo que no se dice comunica, que lo que compartimos a través de internet habla de cómo somos.
Son muchos los que dicen que los menores de hoy no respetan nada y que cuando se comunican o expresan en entornos digitales no ejercen ningún tipo de empatía o modales. En lugar de simplemente azotar su falta de experiencia, podemos actuar para ayudarles a mejorar. Y en todo caso, la cortesía en el mundo digital es una tarea pendiente para los jóvenes, pero también para muchos adultos.
Hoy hablamos con Mar Castro, pionera en España del concepto de NETiqueta o conjunto de normas de comportamiento general en Internet. Mar es licenciada en Ciencias Económicas y doctora en Comunicación por la Universidad de Vigo. Es profesora universitaria, pero también consultora, autora y ponente en campos como protocolo, marca personal y comunicación emocional.
P.- Mar, para empezar, ¿qué es la NETiqueta?
Es un código de conducta en los entornos digitales, pautas y consejos de protocolo social, propuestos y aceptados por los usuarios de la Red, adaptados a la realidad social digital del siglo XXI, que facilitan las relaciones personales en contextos sociales y profesionales e incrementan la presencia en la Red. El término responde a la idea de ‘Etiqueta en la Red’ y, en sus inicios, defendía unos estándares de comportamientos online–offline similares. Internet, como la vida misma.
P.- ¿Por qué es importante concienciar a la sociedad sobre los buenos modales en la Red?
Navegar por la Red implica asumir responsabilidades de comportamiento, respetando las reglas que proponga cada comunidad de miembros. La NETiqueta promueve un uso creativo, seguro, inteligente, responsable y racional de la Red y determina lo que los demás acabarán recordando de nosotros. Y aunque no nos demos cuenta, trasladamos una imagen personal cada día a través del mundo digital, en correos electrónicos, aplicaciones de mensajería instantánea, blogs, foros, chats y redes sociales. En todos estos ámbitos podemos aplicar la NETiqueta.
P.- ¿Cómo puede beneficiar ejercer la NETiqueta en los aspectos de la vida conectada como huella digital, seguridad online o ciberbullying?
En el caso de la identidad y huella digital, toda publicación –comentarios, imágenes, etc.- en redes sociales, blogs, chats o aplicaciones de mensajería instantánea deja la “huella digital” de su autor en Internet, generando una percepción mejor cuanto más favorable es. Definir y cuidar la identidad digital es clave para la gestión activa de nuestra reputación en la Red. La NETiqueta determina lo que los demás piensan de ti.
En el ámbito de la ciberseguridad, la edad, inexperiencia o inmadurez expone a los menores a peligros en forma de contenidos improcedentes, amenazas, acoso, racismo, etc. La NETiqueta alerta a los usuarios, independientemente de su edad, sobre los contenidos inadecuados, las conductas conflictivas, los distintos tipos de acoso, diversos delitos tecnológicos y los riesgos técnicos a los que están expuestos en la Red.
Finalmente, en todo lo que tiene que ver con trolls y ciberacoso, podemos decir que alborotar y crear polémica con mensajes provocativos está mal visto en las redes sociales. La NETiqueta ofrece pautas para gestionar eficazmente la actuación ante estas situaciones, identificándolas y encarándolas con rapidez y transparencia.
En definitiva, la NETiqueta fomenta una relación sana, de calidad y sin ciberacoso y apuesta por una comunicación proactiva y comprometida entre los usuarios.
P.- ¿Cómo podemos integrar la NETiqueta en nuestra vida diaria?
En niños y jóvenes, la educación en familia, el ejemplo y la enseñanza en los centros escolares son imprescindibles para integrar la NETiqueta en nuestro día a día digital, hasta interiorizarla y lograr que la apliquemos de forma natural en las interacciones que mantengamos a través de la Red. A entornos como el hogar, los colegios o la formación superior y especializada añadiría, especialmente ya con los adultos, leer artículos y libros y visualizar videos que traten sobre esta disciplina tan novedosa como necesaria. En el caso de la formación superior, está de hecho dando sus primeros pasos tanto en España y Latinoamérica.
P.- ¿Es posible reforzar la “buena educación” en Internet cuando parece que los modales han pasado de moda en el mundo real?
Sin duda, queda mucho por hacer. Conectar e interactuar son las palabras claves cuando hablamos de relaciones. El “buen hacer” agrada a todos y la NETiqueta facilita herramientas para mejorar ese “saber hacer”, especialmente entre los jóvenes. Tener más información y formación sobre qué significa esta cortesía digital ayudará a todos a optimizar las relaciones que establecen en su día a día -con familia, vecinos, amigos y compañeros- en los distintos ambientes en los que se mueven.
P.- En muchas de tus intervenciones hablas de “dar nuestra mejor versión en la Red”. ¿Cómo animas a las generaciones más jóvenes para que superen las modas y se apunten a la NETiqueta?
La imagen que se quiere transmitir debe ajustarse de forma fiel a la persona, lo que implica los principios, valores y motivaciones de casa usuario y mostrarlos en las relaciones que se mantienen en la Red. Las modas son pasajeras e Internet no es anónimo, tiene memoria; estos dos argumentos funcionan a favor de la aplicación de una disciplina que ofrece pautas de buena conducta, facilitando que los usuarios –y otra vez especialmente los jóvenes- se muevan con soltura, naturalidad y seguridad en las relaciones que mantienen en entornos digitales.
El comportamiento de los jóvenes en Internet crea tendencias. En un momento actual en el que el “casi todo vale” impera, destacar en la Red ofreciendo una participación innovadora y responsable, asentada en la naturalidad y la singularidad de cada uno, “conecta” con los demás. Por supuesto, esto alude también a los no tan jóvenes, a los que usamos la Red a diario para aprender, comunicarnos, trabajar, comentar y participar de la sociedad.
P.- ¿La transgresión de estos buenos modales digitales la ejercen más los menores y jóvenes o es un problema generalizado?
La libertad de expresión que ofrece Internet, en el sentido de la posibilidad de plasmar nuestros pensamientos, ideas, deseos, etcétera, sin someternos a reglas ni al control y aprobación de “otros”, favorece esta transgresión por parte de todos los internautas con independencia de su edad. En la actualidad, y en mayor medida en la comunicación por medios electrónicos, se presta más atención al contenido del mensaje y menos a las formas que lo acompañan. Pese a ello, hay unas pautas básicas que cumplir: respeto al otro y responsabilidad de la comunicación que emitimos.
Los jóvenes son diestros en el manejo de los dispositivos electrónicos, pero desconocen las recomendaciones de uso apropiado para cada una de las plataformas en las que se mueven. Son huérfanos digitales desamparados bajo la falsa etiqueta de “nativos digitales”. Hay que orientarles y guiarles.
P.- ¿Cómo podemos utilizar la NETiqueta a la hora de luchar contra el discurso del odio en Internet? ¿Es realmente viable una corriente de buenos modales online o se trata de una postura individual que cada uno debe asumir?
La NETiqueta recomienda buscar información de forma selectiva, tener una posición crítica ante la información disponible en la Red y fomentar los encuentros entre iguales asentados en la tolerancia, el respeto, la solidaridad y la justicia. Facilita que los usuarios adquieran conciencia sobre su forma de actuar. ¡Eres lo que compartes! Te retratas con el comportamiento que ofreces en Internet.
Creo que la NETiqueta es una gran aliada de la poderosa herramienta de socialización que facilita Internet, un espacio en el que los usuarios se relacionan con sus iguales. En definitiva, es una opción individual y personal cuyas sensaciones y buenos resultados –incremento de la interacción, visibilidad y reputación- provocarán una corriente de buenos modales online.
Autor: María Zabala, periodista experta en ciudadanía digital y familia. Creadora del blog iWomanish y colaboradora de Dialogando.