Los dispositivos móviles, sean smartphones o tabletas, están cada vez más presentes en la vida de los niños y adolescentes. Tanto en la escuela como en casa, con sus propios celulares o usando los de los padres, los pequeños usan aplicativos que, además de ser usados para la comunicación, son muy útiles para el aprendizaje.
El universo móvil está repleto de recursos educativos, desde libros digitales a juegos que abordan contenidos curriculares y el aprendizaje de valores. Ellos pueden ser una motivación para aprender, más próxima a la realidad de cada niño.
Algunas indicaciones:
1. Aprender a leer o a escribir, estudiar matemáticas, ciencias o geografía…todo es posible de una manera divertida e interactiva con aplicativos – siempre que sean apps seguras y confiables, y que prioricen la metodología enseñanza-aprendizaje.
2. Smartphones y tabletas son recursos que muchas veces son usados para entretener los pequeños y disfrutar en familia. Sin embargo, nunca debemos olvidar que nuestros hijos están permanentemente aprendiendo. Por eso se deben seleccionar adecuadamente las apps que ponemos a su alcance, y no se deben utilizar estas herramientas como una niñera para cubrir nuestra falta de tiempo o atención.
3. Los padres son responsables de que los hijos adquieran valores. Nuestra experiencia, ejemplos y dedicación condicionan sus actitudes en la vida offline, pero también en el ambiente digital. Debemos transmitir la importancia de ser buenos ciudadanos.