Como medida preventiva del COVID-19 muchos países se han visto en la necesidad de decretar cuarentena. Desde entonces, los consumidores han cambiado su comportamiento y las redes sociales ahora son más protagonistas de la vida cotidiana.
Recetas de cocina, series, música y poesía desde nuestro sofá, yoga o actividad física con expertos, atención médica virtual, estudios en el extranjero y muchas otras cosas son las opciones que ahora se encuentran en las plataformas digitales, y, en su mayoría, de manera gratuita.
Si bien estas herramientas sirven como pasatiempo y vías de información, también podrían convertirse en un gran reto en el caso de ser utilizadas por niños, niñas y adolescentes, si no son supervisados con atención y si no han sido previamente formados. Por mucho teletrabajo, preocupaciones o condiciones extraordinarias a las que nos enfrentamos en estos días, es ahora cuando los chicos están más expuestos a sufrir acoso virtual o grooming, al pasar mayor tiempo en casa.
La Real Academia Española define grooming como “acoso sexual virtual que se realiza a un menor de edad” y, en este caso, la finalidad del acosador es crear amistad virtual con el niño, generando vínculos emocionales para vulnerar su intimidad y obtener fotos, datos personales e, incluso, de contacto, que luego podrá utilizar como chantaje para adquirir más información o forzarlo a tener algún encuentro.
Para evitar este tipo de situaciones, hemos recopilado las recomendaciones que señala en un estudio la psicóloga infantojuvenil y magíster en Psicología Educacional, María de los Ángeles Bonilla, y te presentamos un resumen:
- Comunicarse los menores de manera cercana y amigable, explicándoles las medidas que se van a tomar.
- Generar lazos de confianza, para ser el primero en enterarse en caso de que sean víctimas.
- Adecuar la información para cada grupo de edad y conocer lo que visualizan en Internet, así como sus gustos en cuanto a contenidos audiovisuales.
- Regular el horario de redes sociales, juegos virtuales o series en línea.
- Trabajar con ellos el contenido que suben a sus perfiles sociales e invitarles a reflexionar antes de hacer cualquier publicación.
- Verificar los amigos que tienen en las plataformas digitales.
- Evitar que los chicos se encuentren solos o aislados en algún lugar de la caso con algún aparato tecnológico.
- Hablar con ellos sobre la importancia de la privacidad en estos canales y sugerirles, con ejemplos, la necesidad de que sus perfiles no sean públicos.
En caso de notar comportamientos fuera de lo normal como nervios, distanciamiento y pesadillas, es decir, que exista alguna sospecha, es indispensable no entrar en pánico ni generar sentimientos de culpa o molestias al afectado. Lo principal es hablar con ellos, preguntarles sobre lo que ocurre en su vida y explicarles que juntos encontrarán la solución. A los más pequeños, se les puede pedir que hagan dibujos para expresarse.
De no obtener respuesta y que el niño se resista, se sugiere consultar con un especialista para orientarse y confirmar lo que está ocurriendo, de tal forma que pueda denunciarse.
Por último, recuerda que, como padre/madre, lo más importante es dar ejemplo. Por eso, haced todos el ejercicio de encontrar momentos para desconectar de las herramientas digitales y aprovechad la oportunidad para compartir en familia.
Autor: Ludanny Núñez, Telefónica.