Es una realidad que el mundo en que nuestros hijos están creciendo cambió, sobre todo en lo que se refiere a los avances tecnológicos y a la educación digital. Estas nuevas herramientas nos permiten estar permanentemente conectados en cualquier lugar. Y, por más que eso nos facilite enormemente la vida, debemos aprender a gestionarlas de manera responsable y saludable.
La decisión que tenemos que tomar no es si queremos estar en la Red, pero sí cómo queremos estar en ella. Es por eso que debemos aprender a transformar el uso que hacemos de los dispositivos conectados en un material de intercambio de valores y espacios de discusión compartida en familia. Por eso, valen algunas indicaciones:
– La tecnología conectada ya es parte de nuestra vida cotidiana. Muchos de nosotros creemos que los menores ya son nativos digitales – o sea, que “ya nacen sabiendo”. Sin embargo, eso no significa que ellos ya entiendan cómo hacer un buen uso de la tecnología. Acompañe la actividad on-line de sus hijos desde temprano, y esté junto a ellos para que aprendan a hacer buenas elecciones en Internet.
– ¿Por qué no usar la tecnología para entender de manera interactiva aquellos conceptos que nos parecen complicados? Internet ofrece muchas posibilidades en lo que se refiere al conocimiento. Juntos, padres e hijos pueden usar la red para hablar en casa de temas importantes, como seguridad, sexualidad y respeto al prójimo, por ejemplo. ¿Qué tal aprovechar los momentos en familia para aprender sobre el buen uso de las tecnologías?
– El uso de la tecnología puede ser más intensivo en el período de las vacaciones. En ese momento también debemos seguir poniendo atención en el uso que hacemos de estas herramientas, para que así podamos disfrutar en familia todas las posibilidades que la tecnología nos ofrece durante los días de descanso.
